Las aguas naturales siempre contienen impurezas, incluso las aguas provenientes de lluvia que teóricamente son puras, ya que el proceso de la evaporación es un proceso purificador; sin embargo, en su caída en forma de lluvia, atraviesa aire contaminado y empieza su proceso de contaminación; además, según las características del terreno donde caiga también variará su “contaminación”.
El agua de lluvia esta saturada de oxígeno, nitrógeno y dióxido de carbono y en general es ligeramente ácida.
Si las aguas subterráneas permanecen mucho tiempo su contacto con la Calcita CO3Ca y la Dolomita CO3Ca.Mg provocará el aumento en calcio, magnesio y bicarbonatos.
Los aluminosilicatos aumentarán las concentraciones de sodio, magnesio, calcio y ácido silícico.
Si coincide que hay mucho yeso y anhidrita que son minerales a base de sulfatos, pueden llegar a hacer que domine el ión sulfato sobre el ión bicarbonato, pero eso no es lo normal.
Las aguas superficiales están mucho más expuestas a la contaminación derivada de la actividad humana y contendrán, además de materia orgánica, todo tipo de productos de origen industrial o agrícola.
domingo, 18 de abril de 2010
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1 comentarios:
Muy interesante, gracias.
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